PRUEBA DEL PRIMER PERIODO:
PRUEBA
PRIMER PERIODO ETICA Y RELIGION SEXTO Y
SEPTIMO GRADO
LA
GRATITUD
Es un valor por el
cual una persona reconoce, interior y exteriormente, los regalos
recibidos y trata de corresponder en algo por lo que recibió. Esencialmente, la
gratitud consiste de una disposición interior, un corazón agradecido, pero
cuando es genuino trata, de alguna forma, de expresarse en palabras y en obras.
Consecuentemente, incluye tres elementos: reconocimiento de que un regalo ha
sido recibido; apreciación expresado en agradecimiento; y en cuanto sea
posible, regresar de alguna manera lo que se le ha dado de forma gratuita sin
ninguna obligación de parte del dador.
Entre los ejemplos del
Evangelio resalta la historia de los diez leprosos (Lucas 17). Solo uno regresó
a darle gracias a Jesús por su curación milagrosa. Jesús lo puso por ejemplo y
se entristeció por los otros nueve. Sin duda la gratitud es necesaria para
entrar en una auténtica relación con Dios o con la persona que nos haya
agraciado. La gratitud debe tomar las expresiones adecuada, no según la
expectación de uno u otro sino en la forma que más convenga para fortalecer la
relación que Dios desea establecer entre las personas. Cuando se refiere a
gratitud para con Dios, no debe ser menos que adoración y consagración de la
vida entera a su amor y su servicio.
A lo largo de nuestra vida
nos rodeamos de personas por quienes tenemos especial estima, preferencia o
cariño por "todo" lo que nos han dado: padres, maestros, cónyuge,
amigos, jefes... El motivo de nuestro agradecimiento se debe al
"desinterés" que tuvieron a pesar del cansancio y la rutina. Nos
dieron su tiempo, o su cuidado.
No debemos olvidar que
nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande.
No siempre contamos con la
presencia de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance o un
pequeño accidente
Viviendo
el valor
El valor de la gratitud se
ejerce cuando una persona experimenta aprecio y reconocimiento por otra que le
prestó ayuda. No consiste, necesariamente, en “pagar” ese favor con otro igual,
sino en mostrar afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que
centrarse en la utilidad práctica del servicio recibido, pondera la actitud
amable de quien lo hizo.
Aprende
a dar las gracias
Ya hemos visto qué es la
responsabilidad: aplicarnos con dedicación a lo que nos corresponde; por
ejemplo, que el señor barrendero limpie la calle sin dejar un solo papel. Ya
vimos también qué es la generosidad: cuando damos más allá de lo que nos
corresponde. Por ejemplo, el maestro que se preocupa por explicarnos de nuevo
lo que todos ya entendieron.
La alegría que esos favores
despiertan en nuestro corazón se llama gratitud. Se manifiesta hacia afuera
cuando decimos “gracias” con una sonrisa, cuando le hacemos saber a la persona
que nos ayudó lo importante que fue para nosotros ese detalle inesperado (no
importa si fue un objeto, un consejo o un pañuelo desechable cuando nos vieron
llorar). Pero la gratitud no se reduce a una palabra ni se queda en la
superficie: enriquece y transforma nuestra vida cuando mantenemos presente ese
acto de afecto para con nosotros. A través de ella nos sabemos queridos por los
demás. A través de ella, sabemos querer a los demás.
Para
la vida diaria
•Aprende a usar la fórmula
que no falla. “Por favor” indica que pedimos algo especial. “Gracias” indica
que reconocemos la ayuda.
•Piensa y reconoce todo
aquello que recibes de los demás. Exprésalo a tu estilo: con palabras, con un
abrazo, con una carta.
•Ve construyendo una cadena
de favores: cuando tú recibas uno, haz otro, y pide a esa persona que siga
extendiendo la red de ayuda y gratitud.
•No agradezcas sólo los
bienes materiales. La ayuda que va más allá de los objetos es tal vez la más
valiosa.
Por
el camino de la gratitud
•Vence tu orgullo, piensa en
quienes te han dado la mano a lo largo de la vida. Comprende que te ayudaron a
ser quien eres.
•La gratitud no es un
intercambio de objetos: “tú me diste, yo te di”. Significa, más bien, “tú te
esforzarte por mí, yo estoy dispuesto a hacerlo por ti.”
•No sólo hay que dar las
gracias a quienes están vivos y cerca de nosotros. Reconoce en tu corazón a
quienes te ayudaron aunque no vivan o se encuentren lejos.
ACTIVIDAD:
Reflexiona…
1. Lee la guía y da tu propio concepto de gratitud
2. Qué debo hacer para vivir el valor de la gratitud?
3. Por qué es importante agradecer y decir “por favor”?
4. Qué sientes cuando alguien te da un regalo?
5. Cuándo te levantas de la cama le das gracias a Dios por el
nuevo día y las cosas buenas que hay en tu vida. Si o no y por qué?
6. Qué es para ti dar las gracias?
7. Busca en la biblia el texto Lucas 17: 1-15, como expresan la
gratitud a Jesús y qué enseñanza me deja
par mi vida.
8. Busca un cuento sobre la gratitud, realiza un dibujo del
mismo y escribe que mensaje me deja para la vida.
9. Cuál es el antivalor de la gratitud? explica cómo se
manifiesta.
10. Cómo hay que manifestar la gratitud a Jesucristo por lo que ha
hecho por nosotros?
11. Busca la canción Gracias a la Vida y pégala en tu cuaderno,
explica que mensaje quiere transmitir.
12. Escribe 3 mensajes de gratitud hacia tus padres, compañeros y
profesores.
Solidaridad,
camino para vivir el mensaje de Jesús
La
solidaridad, vivir la clave del mandamiento del Amor
La Biblia no menciona la
palaba solidaridad, pero habla de la justicia y el amor. El Antiguo Testamento
nos transmite el mensaje de un Dios que sale al encuentro de su pueblo, para
liberarlo, conducirlo a una vida digna, y velar porque se cumpla su proyecto de
justicia y dignidad para todos. El Dios del Antiguo Testamento quiere la
justicia, la paz y la libertad para sus hijos, para su pueblo. El Nuevo
Testamento nos transmite la propuesta de Jesús, Dios de la Vida, que llega a
nosotros para enseñarnos el camino hacia el Reino. Retomando la tradición
profética de las enseñanzas del Antiguo Testamento, Jesús nos revela que el
Reino es proyecto de justicia y vida para todos los hombres. Esta es la
voluntad de Dios y esta es su propuesta.
"Jesús salió fuera de
su propio grupo religioso, social y cultural, para abrazar a toda la raza
humana como a sus hermanos y hermanas, como a sus parientes y vecinos. El
mandamiento del Antiguo Testamento de amar al prójimo había sido interpretado
siempre en el sentido de vivir en solidaridad con aquellos que estaban
próximos, los miembros del grupo social (ver Lev. 19, 16-18). Esto
eventualmente llevó a la frase que no está en la Biblia: « Ama a tu vecino y
odia a tu enemigo ». Jesús contradice esto con su buen conocido mandamiento: «
Ama a tus enemigos ». Prójimo es cualquier otro ser humano, inclusive los de
fuera del grupo, los que son tus enemigo, que te odian, los que te ofenden (Lc.
6, 27-35). En otras palabras, el valor para Jesús no es la solidaridad de
grupo, sino la solidaridad humana.
Es esta lealtad básica con
la raza humana la que hace de mí un cristiano, un seguidor de Jesucristo, que
se identificó con todos los seres humanos. «Todo lo que hiciereis con el menor
de mis hermanos a mí lo haréis ». Descubrir a Cristo o a Dios en otro ser
humano es trascender todas las otras cosas que yo puedo tener en común con
aquella persona y experimentar muy simple y profundamente la humanidad que
tenemos en común. Esto es amor cristiano, compasión divina, eso es lo que llevó
al buen samaritano a hacer lo que hizo con un judío socialmente despreciado.
Todos somos hermanos y hermanas y Dios es nuestro Padre."
Para servir al Reino y
colaborar en su construcción, Jesús nos invita a vivir el mandamiento del amor.
Este amor se concreta en la vida de todos los días en actitudes compasivas y
solidarias hacia los demás, en especial hacia los que sufren o están marginados
de la sociedad. Muchos textos bíblicos del Nuevo Testamento nos explicitan en
qué consiste vivir el amor, desde la mirada de Jesús:
Para Jesús, el amor concreto
pasa por la solidaridad con los que tenemos cerca, partiendo de los que sufren
y son excluidos de la sociedad. La prueba de nuestro amor a Dios y la adhesión
a su proyecto se verifica por la capacidad de ser solidario con los demás:
compadecerse de su situación y actuar para cambiarla.
El
principio de solidaridad.
-Por medio del ejercicio de
la solidaridad cada persona hace un
compromiso por llevar a cabo el bien común y servir a los demás.
-La solidaridad, por lo
tanto, significa la voluntad de darnos por el bien de nuestros prójimos.
-La solidaridad no es solo
filantropía. Nuestro prójimo no es sólo alguien con derechos «sino que se
convierte en la imagen viva de Dios Padre, redimido por la sangre de Jesucristo
y puesto bajo la permanente acción del Espíritu Santo»
-La solidaridad es tanto un
principio de la vida social como una virtud moral que cada persona debe
desarrollar.
¿Qué
entendemos por solidaridad?
Su concepto ha experimentado
un proceso de transformación que se refleja en todos sus ámbitos. Para algunos
es la reivindicación de derechos fundamentales y para otros sólo una actitud de
piedad centrada en la limosna y en la asistencia.
. La solidaridad nace del
ser humano y se dirige esencialmente al ser humano.
• La solidaridad es un valor
contrario al individualismo y al egoísmo.
• Se refleja en el servicio
y busca el bien común.
• Su finalidad es intentar o
solucionar las carencias espirituales o materiales de los demás.
• Requiere discernimiento y
empatía –ponerse en el lugar del otro-
La verdadera solidaridad, es
aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que
favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada
principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta
igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser
humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su
raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad trasciende a
todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc.
Para instalarse en el hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en
nuestro interior la conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.
La
solidaridad siempre implica los siguientes puntos:
1. afecto: la fidelidad del amigo, la comprensión del
maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por causas impopulares o
perdidas, todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero
si es un deber de solidaridad.
2. Compasión: porque la solidaridad es un sentimiento que
determina u orienta el modo de ver y acercarse a la realidad humana y social,
condiciona su perspectiva y horizonte. Supone ver las cosas y a los otros con
los ojos del corazón, mirar de otra manera. Conlleva un sentimiento de
fraternidad, de sentir la empatía por el dolor de los otros.
3. Reconocimiento: no toda compasión genera solidaridad, sólo
aquella que reconoce al otro en su dignidad de persona. La solidaridad ad sí
tiene rostro, la presencia del otro demanda una respuesta.
4. Universalidad: “La desnudez del rostro”, la
indefensión y la indigencia es toda la humanidad y simboliza la condición de
pobreza de esfera intimista y privada.
¿Por qué solidaridad?
Solidaridad, porque es lo
justo, porque todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos,
porque todos estamos juntos en este barco de la civilización; porque somos
seres humanos, iguales en dignidad y derechos.
Actividad:
Desarrolla en tu cuaderno de ética
1. Según el texto ¿Por
qué Jesús relaciona el valor de la Solidaridad con el amor y la justicia?
explica.
2. Qué entendemos por solidaridad?
3. ¿Cuáles son los principios
e implicaciones de la
solidaridad? Explica cada una
4.
Busca las siguientes citas
bíblicas: Jn. 13, 34-35; 1 Jn. 4, 20-21;
Lev. 19, 16-18 y Lc. 6, 27-35 ¿ qué mensaje me deja y cómo lo aplico para la
vida ? y explica qué relación tienen con el valor de la Solidaridad
5. ¿qué experiencias
solidarias conoce en su comunidad, barrio, ciudad, colegio? Escríbelas. 6.
Lectura del texto: Lc. 10, 25-37 La
parábola del buen samaritano nos muestra el camino que propone Jesús para vivir
el amor concreto como solidaridad con los demás.
¿Qué
dice el texto?
1.
¿Qué grupos sociales del tiempo de Jesús
aparecen en este relato?
2.
¿Cuál es la pregunta original del maestro de
la Ley?
3.
¿Cómo es la respuesta de Jesús?
4.
¿Qué nos dice el texto?
5.
¿Qué significa ser prójimo para Jesús? ¿Por
qué?
6.
En nuestra sociedad, ¿quiénes podrían ser los
personajes de la parábola?
7.
¿En qué situaciones de hoy se plantean cosas
parecidas a este relato?
8.
¿Qué nos enseña el texto sobre la
solidaridad?
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